No, no es lo que se quiere, pero sucede. Las máquinas tienen averías que pueden ser ligeras y de reparación pronta o han de requerir reemplazo. Por ello, el propósito de este post sobre los principales fallos de las calderas y cómo arreglarlos está en orientar sobre los más comunes y que siempre requerirán de manos de expertos.
Aunque suene un tanto frustrante, la verdad es que no recomendamos que usted, sin el entrenamiento debido, realice los arreglos pertinentes. Pero sí ha de estar preparado para ser el primer colaborador en la solución de los mismos, por lo cual le brindamos algunas recomendaciones:
- Siempre tenga a mano los números telefónicos de uno o varios especialistas en reparaciones de calderas.
- Ante cualquier situación, haga las desconexiones debidas, porque en los principales fallos de las calderas y cómo arreglarlos, esta es la mejor de las soluciones y aportes que usted puede hacer.
- Tenga a mano sus propias herramientas, porque existen personas hábiles para las reparaciones que a bien le pueden asistir, pero nunca llevan sus herramientas. Así que tenga destornilladores, pinzas, taladros de bateria baratos, martillo, llave ajustable, linterna como mínimo.
- Observe las piezas que muy evidentemente puedan estar fallando; de tenerlos, anote los seriales y vaya adquiriendo el reemplazo. Eso acelerará la reparación.
- Esté al pendiente del trabajo del técnico, más por aprender, que por desconfiar. Esa asistencia le preparará para otras situaciones.
Principales fallos de las calderas y cómo arreglarlos
Uno de los más comunes, sea cual sea el clima, es el desprendimiento y/o deterioro del material aislante. Esto provoca que los humos que son energía térmica necesaria y aprovechable, se vayan al exterior por lugares inapropiados, pudiendo dañar mampostería, cableados, crear humedades, etc.
Otro de los principales fallos de las calderas y cómo arreglarlos radica en la instrumentación, sea por problemas en la medición de la temperatura o descontroles por irregularidades en la energía que les alimenta.
Ha de tener mucha vigilancia en las bombas de agua de alimentación, los motores que le impulsan y el cableado de energía, ya que la falla en uno de ellos o la no emisión de agua, puede terminar creando un sobrecalentamiento que ningún refrigerante podría mantener, culminando así en una avería por fricción que en ocasiones, es irreparable y amerita reemplazo total.
El agua y el vapor son dos fuerzas que sí bien se pueden conducir, debemos estar claros que ellas sobrepasarán el área donde se quieran controlar cuando están en exceso o consigan algún intersticio, pudiendo sacar por presión válvulas o conectores. Como son fáciles de arreglarlos, tenga los reemplazos (tuberías, conexiones – uniones) y con sólo desconectarlos, podrá realizar tales reemplazos, siempre drenando el exceso de agua.
Sugerimos que consulte con un experto el motivo de que ello ocurriera, porque puede ser una situación recurrente, aunque es común entre los principales fallos de las calderas y cómo arreglarlos y luego del reemplazo, todo vuelve a la normalidad.
Las válvulas son su puente entre el cierre y continuidad del trabajo de las calderas. Cuando hay fugas en estas, el asunto puede ponerse de gravedad, ya que las mismas están diseñadas para aguantar las condiciones de trabajo más difíciles en lo que respecta a la alta presión. Son fugas habituales estas y en las de drenaje, pero indican que se debe hacer una evaluación integral del equipo a la par del reemplazo de las piezas o colocación de nuevas empacaduras (la solución más viable).
Uno de los principales fallos de las calderas y cómo arreglarlos es la obstrucción de filtros. Su extracción, lavado (siguiendo al manual del usuario), recolocación o reemplazo, bastarán. Está entre los trabajos que a bien puede usted realizar, sólo si sigue las instrucciones.
Debe estar pendiente de las roturas internas en los haces tubulares y los colectores, ya que las mismas suelen surgir de corrosiones, fatiga del material, defectos de construcción y/o defectos de diseño.
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